08 junio, 2012

Los maestros hacen milagros

A principios de este año di un taller a subdirectores de secundaria en Toluca, Edo. de México, en el cual quería destacar el poder y el impacto que un maestro tiene en la vida de sus alumnos para lo que les pedí que pensaran  en ese maestro que los había marcado y que compartieran la experiencia.
Inmediatamente los participantes -todos maestros- empezaron a levantar las manos, escuchamos una historia tras otra: aquel maestro que pagó el boleto de graduación del alumno que no contaba con los medios para hacerlo, el maestro que le compró un par de pantalones al niño de los pantalones viejos, gastados y remendados, el maestro que supo escuchar, el maestro que se interesó por el alumno, el maestro de la sonrisa, en fin, buenos maestros, todos ellos.
Y en medio de tantas historias bonitas, Catalina alzó la mano para contar su historia. Desde primer año de primaria había batallado con la escuela, para cuando llegó a quinto año de primaria sus lagunas educativas ya eran bastante grandes, pero más grande que eso fue la sentencia (de muerte) que su maestra escribió en su boleta de calificaciones: "Catalina es tan tonta que no sirve ni para sirvienta".
Con esas palabras, crueles y poderosas, la maestra asesinó a Catalina.
Y como si no hubiera sido bastante, la maestra se entrevistó con la mamá de Catalina para convencerla de la imbecilidad de su hija. Es inútil que Catalina siga estudiando, le dijo, jamás terminará la preparatoria.
Sin embargo, la mamá de Catalina quería que su hija terminara la primaria, así que la dejó quedarse en la escuela.
Así pues, Catalina empezó el sexto año descorazonada, pero con una nueva maestra y una nueva oportunidad. La nueva maestra se dio cuenta enseguida de su dificultad para aprender, así que le prestó más atención poniendo en ella especial interés.
Catalina respondió al interés de su maestra, pero no fue suficiente, dentro de ella todavía podía escuchar las crueles palabras con las que se le había condenado.
Catalina necesitaba más, necesitaba esperanza, necesitaba creer en ella misma.
Un día después de clases, la nueva maestra de Catalina le dijo que ella sabía leer la mano y que le gustaría leer su mano. Catalina sintió mucha curiosidad por conocer lo que el futuro le depararía, así que le tendió cándidamente su mano a la maestra.
La maestra miró detenidamente la mano de Catalina, al cabo de unos instantes le mostró una gran sonrisa diciéndole que en su mano veía -muy claramente- que se graduaría de preparatoria, y no sólo eso, también terminaría la Escuela Superior para convertirse en maestra.
Cuando Catalina terminó de contar su historia ya teníamos todos los ojos llorosos porque sabíamos que la lectura de mano que le había hecho su maestra se había hecho realidad: Catalina se hizo maestra, una buena maestra, y después de años de esfuerzo y trabajo había llegado a subdirectora de la escuela en la que había laborado. Nos pusimos todos de pie para aplaudir su determinación reconociendo y agradeciendo a la maravillosa maestra que supo darle esperanza cuando más la necesitaba.
¡Gracias! Muchas gracias a todos los maestros que han marcado nuestras vidas.
Seamos también aquellos maestros que marquen una diferencia, seamos aquellos que lleven esperanza, alegría, amor y sabiduría.
#Change11ES

Teachers perform miracles

At the beginning of this year, I gave a workshop for junior high school vice principals in Toluca, as I wanted to point out the power and impact that a teacher has on a student’s life, I asked the participants –all of whom had been teachers- to think about that one teacher  who impacted them the most and to share their experience.
Hands raised immediately, stories came up one after the other: the teacher who, having noticed that a student couldn’t afford to pay the ticket for his graduation, paid for it on his behalf; the teacher who bought a pair of trousers for that little boy who had an old, worn out and patched pair of pants; the teacher who listened, the teacher who cared, the teacher with the nice big smile.  All good teachers indeed.
And in the middle of so many nice stories, Catalina raised her hand to tell her own story.
She had been struggling with school since first grade.  By the time she was in fifth grade her learning gaps were too big: she was bad at reading and couldn’t keep up with math. But what really got her was the (death) sentence written by her teacher with red ink on her report card: “Catalina is so dumb that she is no good even as a maid.”
Cruel and powerful words. With that sentence, that teacher murdered Catalina.
As if this were not enough, that teacher had a meeting with Catalina’s mother in which she  persisted in trying to convince her about her daughter’s stupidity: “There’s no point for her to keep on studying, Catalina would never graduate from high school”, she said.
But Catalina’s mother wanted her to finish elementary school, so she let her stay in school for another year.
A disheartened Catalina began sixth grade with a new teacher and a new opportunity. Her new teacher noticed Catalina’s difficulty in learning, so she paid special attention to her. Catalina responded to her teacher interest but it wasn’t enough.  Still inside of her there was that death sentence to bring her down.
Catalina needed more, she needed hope, she needed to believe in herself and that’s what her new teacher gave her.
One day after class, she came to Catalina telling her that she knew how to read palms and that she wanted to read Catalina’s palm. Catalina was curious to know her future, trustingly she lent her palm to her teacher.
The teacher looked at Catalina’s hand.  Showing a big smile, she told her that she would graduate from high school –and not only that- she would also graduate from college to become a teacher.
When Catalina finished her story we were mushy, most of us with teary eyes, because we all knew that her palm reading became true: Catalina became a teacher, a very good one if I may say, and after years of hard work, she became Vice Principal of her school. With a standing ovation, we clapped for Catalina’s determination--what an accomplishment!--and for that wonderful teacher who gave her a hope to hold to.
Thanks to all the great teachers who have impacted our lives!
Let us be those who make a difference, let us be those who bring hope and faith, love and laughter, joy and wisdom into other’s lives.
#Change11 #CMC11